El acero corrugado es una clase de acero laminado en caliente que presenta resaltos o corrugas para mejorar la adherencia con el hormigón. Está dotado de una gran ductilidad, para que al cortarlo y doblarlo no sufra daños. De este modo su manipulación resulta más segura y con un menor gasto energético.
El acero corrugado está hecho a partir de chatarra o mineral de hierro y carbono, en esta aleación el carbono no supera el 2,1% en peso de la composición, alcanzando normalmente porcentajes entre el 0,2% y el 0,3%